19.12.06

Boceto Ciego Uno: avenidazo

El ciego recuerda que ella lo dejó una navidad cualquiera, el ciego pulula por la avenida, el ciego se persigna frente a la piedra, el ciego no es estatua ciega, el ciego sufre de insomnio, sufre de diciembre el ciego, piensa el ciego que siente todo y no ve nada y lo ve todo, huele se llama ver para el ciego, oye se llama ver desde el ciego, cierra los ojos sin sentido el ciego, majó la cola del gato, botó el vaso de la mesa, besó ciego el ciego, tuvo hijos, fundó logias, hizo puentes y novelas, se sentó en un parque a escuchar el transcurso que dicta palabras de viento en la arboleda, que grita palabras de humo en una ciudad nuestra, el ciego presiente el gris de lo concreto, ¿negro? ¿blanco? Tiene sentido aquello de música oscura para el ciego, porque ahí comenzó todo, con la trompeta desafinada, el acordeón desafinado, las guitarras desafinadas que se ejecutan ciegamente, la palabra de nuestro señor Jesucristo reventada por un manazo de confeti, confeti que ocurre antes del verso durante el verso y después del verso, el ciego también ocurre en sus tres tiempos, el ciego compra lotería y gana unos zapatos finos, su bastón de brújula lo tiene todo y con él, dirige nuestra orquesta hormiga, abre a su paso, que es el nuestro, su no siempre bienvenido camino en esta avenida.

2.12.06

Autorretrato Antes





















Vi llover y vi que era domingo,
Como misterioso testimonio de la vida, el
Instinto animal que busca alimentar las horas;
No vaciles más con tus dedos de agua,
Y no dejes la queja que razones hay muchas.

Vi el primer día un trabajo acuático,
Bajando la cabeza para ponerle nombre al olvido,
Y vi mi cara y vi mi pelo,
Como meses que zumbaran en los oídos.
Y vi entonces que era un hombre
Bautizo de algunas aves Alberti.

Vi llover y supe que eran tus ojos,
Y que el amor algunas veces
Está destinado al roble,
Aluvión por soledades que vienen de tan lejos,
De un lugar donde la nostalgia
Es nuestro pan de cada día.

24.11.06

Lenguaje












click click click en la princesa




Dime tus palabras en árabe,
en ave o tropiezo.
Dime tus palabras en algún idioma
o en cualquiera:
todos son imprecisos e incompletos.
Al fin,
todo lo que se dice se traduce.
Dijiste beso:
y yo pensé la sed y el agua.

18.11.06

Carpintería

























Se sentó sobre mí durante la silla,
Durante el sueño humano de la silla
Ella se sentó en la palabra,
En lo que no hay se sentó,
Dándole de madera a la hora
Su conjugación de ave:
Con definitiva alusión
A lo que comienza por lo que recién termina.

12.11.06

Bye Bye Black Bird

No reflexiones más, ya no es hora, escribe escribe, pon de nuevo el dedo en la cámara cargada de película blanco y negro y escribe rápido. Diles que viste cómo ese cuervo se veía en medio de la mañana más gris de la primavera, con la lluvia tan fría en el propósito de la piel, pues la mentira más grande es que en la primavera, sólo hay sol y flores. Diles que tu manía por la reconstrucción, te llevó a ver al cuervo haciendo juegos con la perspectiva, y entonces era su pico del mismo tamaño de la torre de la Münster, église monsieur -yo no hablo alemán- ¡qué se le va a hacer! Pero no es necesario el idioma para la observación de la belleza...

SIGUE LEYENDO AL PAJARO NEGRO...

8.11.06

Mi Alicia

Así me siento,
persiguiendo a este conejo
que parece no pertenecerle a la soledad,
y que indiscutiblemente es una invención de un tono sétima menor,
que va resolviendo al fin,
mi afán de perseguir animales:
El animal inquieto que este mes de Octubre,
a través de mis sonidos no premeditados,
va jugando a ser,
y que tengo que alcanzar mientras digo “Mi bemol”,
para dorarlo con la tarde hermosa
que me permite olvidarme de las teclas
y acordarme del conejo.

31.10.06

Zoografía

La lentitud elefante
El lobo en la cacería de la palabra
Lo que ladra hacia la oscuridad
Resumiendo la punta de tu pecho izquierdo
Luego más lobo la sábana
Réplica de un viernes por la noche
El triste que camina solo con su hormiga
Ella que se viste tan de abeja
El transcurso acuático de algún día del subdesarrollo
Nuestra caverna en el ojo del murciélago
Su ceguera innata

Luego calculamos cuánto durará tu ausencia
Viendo esta horda de pingüinos
Discutíamos toda tendencia a lo lejano
Y decimos lejano cuando recuerdas aquellas gaviotas
Que casi acariciamos cruzando el rio grande
Lo que ocurrió esa noche tiene nombre
Tiene espacio y partitura
Decías “bauticemos de cangrejo este vals o aquel beso”
Y nos resultaba prescindible cualquier piel de cordero
Significados no le quedaron más a nuestros cuerpos
Más de tierra que de humanos
Tal vez de polvo amor
Tal vez de barro.

18.10.06

Pensamiento Uno

Seguramente regreso
a la puerta
por la certeza de lo ido.

Cuando digo la noche,
es similar,
vigilo las raíces,
la palabra Raíz.

Es ahí, entonces y ahora,
donde escucho lo que fue,
lo que forja esta música
perenne.

13.10.06

apuntes sobre el olvido y el desastre



Los dedos en el piano
y los sonidos comienzan a tener peso,
algo inmaterial y rojo,
el poder de una caricia sincera o violenta,
el sabor de los recuerdos niños,
el color de las tardes que ya no compartiremos.
Luego uno decide algún poema y el que escribe es lobo
y el que escribe es luna de Marzo,
y ya no son palabras los actos
sino perros que se mueren de hambre o de solos,
y si dijera Princesa, ya no sería yo Darío,
y tú imaginarías princesas tuertas y narizonas.
Luego justifica uno un instante del tiempo,
y regalamos con un disparo de cristal,
el sabor de lo duradero,
la nostalgia de lo inevitable,
el encuentro repetido de algo
que pudo haberse perdido para siempre.
Luego abrimos los ojos verdaderos,
y estamos ante nosotros disfrutando o enloqueciendo,
porque aunque la tarde haya olvidado ya que existimos,
¡existimos!
Pero luego aparece alguien, y todo lo que hice,
el rojo, el lobo, la luna y la princesa,
lo que dije de la tarde y sus caricias,
son de pronto otras vivencias y otros ojos;
y lo mismo ocurre cada que aparece alguien
y se estrena delante de nuestros actos premeditados.


6.10.06

¿Tauro o Cáncer? Tauromaquia

Esteban Chinchilla

Circunstancia, tarde de miércoles, uno escucha la voz del tumulto, más confusa aún cuando se anda por los diez años. Tarde de miércoles de Enero, hace un poco de vientito, fría la gradería que espera, porque no hay quinto malo, ni en esta ni en ninguna arena, en esta plaza de la vida, no hay quinto malo, y menos si la faena ha transcurrido con tanto Goya, que a la postre convierte este redondel en un desangrado aguafuerte. Ahora la huella de varios caballos que se llevan a la imponencia animal sin oreja, quinientos kilos de carne muerta y tensa, cuero negro...
SIGUE TAUROMAQUIA...

4.10.06

La Envidia

Ya sé! Talvez hablar del aborto.
No no, talvez decir que me he divorciado tres veces, que los gatos se visten de insomnio y no me dejan dormir. O quizás si intento ingresar por la puerta trasera con unas palabras más bien descuidadas, como Falos políticos que levantan roncha o interés, dato histórico de alguien que verdaderamente no nos importa un comino. Una cervecita en ese bar señor, unos ojillos sigilosos de alien en Buenos Aires querido, tratando de aceptar nuestra enfermedad Terminal. Talvez decir que desconfío del gobierno y de la Democracia, que talvez no es sano quererte al filo de la madrugada en un lugar público, talvez aceptar que envidio los libros publicados, los poemas bien hechos, el sustantivo alemán de la nostalgia "bien-abrazo-en despedida". Talvez si me pongo en la boca la palabra Historia como si dijera Histeria: ¿no se ha ido usted? ¿Sigue aquí? Deje sus palabras: las agradeceré.

26.9.06

Fuga

¿Has visto una palabra en fuga?
¿Has visto de lo estático
crecer las plantas,
como nacen
de entre los ramales
del lenguaje
los artefactos de la ternura?
De la liturgia vamos al martillo,
de la nostalgia vamos al brocal,
y desde el fondo de nosotros
desfilan
la semántica,
el movimiento.
¿Que si he visto una palabra en fuga?

20.9.06

Viva El Plagio!


La traducción no es mía... pero el deseo al plagio sí.

Hoy que ya es de madrugada y se me han escapado algunos bichos.

Un poema de Alain Bosquet.

12.9.06

No Ficcion

Hemos cometido la alianza de los animales
hemos cometido lo nupcial y lo paterno
hemos pronosticado y construido
hemos
digo
hecho monumentos de adobe y de ternura
hemos sido hormigas
abejas
carneros
hemos crespusculado al invierno entero
con la humedad de nuestros los labios
hemos sido raza
hemos bautizado tu sexo
con dos azahares
hemos hecho de lo efímero la piedra
de la muerte nuestro pecho en respuesta

Hemos denunciado públicamente
la pecera llena que es la noche
donde navegan y confluyen
todas las nostalgias del mundo
porque hemos dejado a muchos
sin casa y sin huerta.

27.8.06

Un Asiento para el Desde


Foto de Luis Diego Matarrita

Aclaremos un asunto primero: yo no escogí sentarme a la par tuya, jamás pude saber, que de tal manera te podía cautivar un libro cautivo de Juarroz, reposado en un bultito de cuero, que fuera por muchos años de un papá argentino que nunca tuve, que seguramente fue escritor y borracho y que habría empeñado su bultito de cuero, este, justo este que ahora tiene la dicha del reflejo de tu ojo izquierdo y del orificio izquierdo de tu nariz grande y quebrada, adornando el broche herrumbrado. Aclaremos que el bulto guarda hace semanas (el bulto hace semanas),recibos de agua vencidos, rollos de película listos para revelarse desde hace ya algunos años, monedas devaluadas, cartas de amor sin enviarse, llamadas a larga distancia sin responder, partes del Museo del Prado que robé sin ser capturado luego y algún que otro pájaro que vela la conciencia. Aclaremos también la palabra contexto, la palabra próxima parada, la palabra compuesta de esto es un bus y en cualquier momento te bajas, convirtiéndonos así en un cuento sin contenido, ergo: un cuento que nadie escribiría nunca. Aclaremos que yo hubiera preferido que fuera Febrero, transcurriendo este gris Octubre, mientras especulaba, viendo tu reflejo en el broche, acerca del mes que vos hubieras preferido.

¿Quiere usted terminar la historia? Se recomienda escuchar esta canción por aquello de la inspiración. (verso sin esfuerzo) Así como ciertas imágenes cotidianas.

  • Trabajos de Luis Diego


  • Hide and Seek, Imogen Heap
  • La Muerte y el Simbolo



    Foto de Pablo Cambronero
  • Ver más Fotos de Pablo
  • 24.8.06

    El Verbo

    Entre el verbo ser y el verbo estar
    falta un tercer verbo,
    no contiene posible pretérito
    o por el contrario,
    es el pasado completo.

    Ese verbo se parece a la ficción de un verbo,
    como a la ficción de una mañana ya añeja,
    en la que dos cuerpos se despidieron para siempre.
    Ese tercer verbo se lleva como un signo en el pecho,
    en la conciencia,
    hace de nuestra palabra
    el ajuar o la mortaja,
    nos hace.

    Uno es ese verbo.

    22.8.06

    El Odio y El Simbolo


    (detalle)

    Al ver la carta de amor que custodio con recelo y ternura, un amigo que visitaba las tierras, otrora Moras, me ha contado que encontró unos símbolos muy similares a los que compré hace algunos años en Buenos Aires. El papel de estos símbolos parece más auténtico que el de mis símbolos de amor. Lo que hace surco de la memoria, es que este amigo fotógrafo me ha querido convencer de que los símbolos encontrados en la península más árida del olvido y la conquista, son símbolos de odio. Al parecer la raíz de las cartas rescatadas es la misma. Una leyenda se empeña en dar al amor su esencia, y otra se empeña en dar la sustancia de los símbolos a la palabra odio. Decida usted.

    4.8.06

    Saber

    Es difícil a veces tomar posición.
    Pero nada cuesta sensibilizarnos frente a las realidades de otros seres humanos.
    ¡Es un deber!

  • Palestinos Israelitas
  • 26.7.06

    El Amor y El Simbolo


    (Click en la Imagen, ja ja)

    No la primera vez que vi un mercado de antigüedades en Buenos Aires, (¿te acordás?, ahí por el barrio San Telmo que Sabina había bautizado para nosotros), encontré a un señor difícilmente amable escondido detrás de un puestito de libros, estampillas, muñecas horribles, acetatos de Sandro, monedas sin valor de países muertos y que otros muertos dan por vivos. Ese señor me guiña un ojo y descubro que es un tic, que su ojo sano me registra. El marco se completa con un hermoso baulcito que guarda algo que apenas se adivina entreabierto, montado sobre aquella primera edición de Rayuela, exorbitantemente cara, como si tuviera valor el papel roído y no las palabras de Cortázar. Lo que se adivina dentro del baúl, son unas cartas de amor escritas en algún dialecto sumamente perdido, no se sabe su raíz ni su procedencia, sólo se tiene registro indefectible de que se trata de unas cartas de amor. Importa poco el significado, seguramente porque lo que importa del símbolo es el símbolo. Sólo tuve dinero para comprar una de esas cartas, y comienzo a creer que es posible alguna estafa. Pero eso tampoco tiene importancia, pues un peso argentino no me duele para la comprensión del símbolo y para la recompensa de tu abrazo.

    7.7.06

    Inicio

    Intuyo un discurso líquido allá afuera,
    sospecho además
    la insuficiencia
    de los pasos
    de aquella muchacha
    sentenciada a muerte.

    e. ch.

    Cosecha

    En mi vida no serás jamás cosecha.
    Me sentaré en los quicios de las provincias
    a admirar el camino,
    la sequía o el bosque negro,
    sabiendo que no serás jamás cosecha.
    Y luego
    mi provincia mayor me verá anciano,
    hijo de la represa o retratado en la llanura,
    creyendo que este animal que habita en la sangre,
    habita también en la montaña.

    Nenúfar, paisaje acuático, nubes, 1903

    nenúfar
    (Del ár. nayl_far, este del pelvi n_l_pal, y este del sánscr. n_lautpala, loto azul).
    1. m. Planta acuática de la familia de las Ninfeáceas,
    con rizoma largo, nudoso y feculento, hojas enteras,
    casi redondas, de pecíolo central y tan largo que, saliendo del rizoma,
    llega a la superficie del agua, donde flota la hoja;
    flores blancas, terminales y solitarias, y fruto globoso, capsular,
    con muchas semillas pequeñas,
    elipsoidales y negruzcas.


    Caminando, haciendo la ficción del luto, entre el croma indeciso de cuando llega la noche y la noche es luna llena, distraído por el ruido del tránsito en medio de la parte linda de San José, ahí por el parque España, contando las hileras de hormigas inmigrantes del Morazán, escuché en la voz ronca de los parlantes de un camioncillo, que ese día cambiaba la hora en las ciudades de Europa. Me vino una imagen inmensa a la cabeza, la de todos los relojes de las casas, el de la catedral de Ruán, los relojes de los hospitales y de las funerarias, cambiando al unísono, estropeando los ritos certeros de todo tipo de reses europeas: era el primer día de la primavera y hacía un año que necesitaba escribirte estas palabras...

    sigue Los Nenúfares...


    somos


    Como la hiedra segura,
    el inicio de la desesperación,
    el hermoso grito de la vida,
    un palíndromo.

    e. ch.

    principia

    En tus ojos inicia el tiempo,
    el transcurso,
    la escritura en piedra,
    como la imagen que recomienza
    en tu sentido de la vida,
    del mamífero que come de sus actos,
    la ironía del que ignora pero ama,
    como quien al decir silencio se cree pájaro,
    quieto dice mar
    y descubre mientras duerme.
    El tiempo se hace a la mano
    de mi sentido de tu existencia
    como quien dice piel
    al decir árbol.

    e. ch.

    Platerito



    Qué nos queda
    si no compartimos más las azucenas,
    qué podremos ahora
    si no me llevas con tus aves más oscuras,
    a qué llamaremos sólido o eterno
    una vez vista la marea,
    qué lengua hablaremos
    cuando se acaben los Plateros,
    los Juan Ramones,
    los Vallejos.
    ..................................................................

    Se recomienda la relectura de Platero y Yo,
    para aquellos que no creen en un sentido más profundo de la literatura.

    Soledad

    “Yo no le temo a las olas
    ni a los grandes temporales,
    yo le temo a tus ojillos
    cuando dejan de mirarme”

    Enrique Morente
  • El pequeño Reloj


  • Es posible que al llamarse escalas, cromáticas, vea usted la ironía, pensara yo sentado al piano esa tarde de mayo, que de los dedos me estaban saliendo escaleras. La mayoría de las que veía, en esa memoria que no es memoria, evocación, eran de madera de casa vieja, crujida, incendiada, reconstruida y vuelta a incendiar. Como si no fuera poca la evocación, resultó que en el penúltimo acorde de esa improvisación sugerida por el primer aguacero del invierno, apareció la primera cámara fotográfica que tuve en mi vida. Vivitar, cuerpo rojo, básica como la esencia de las fotos que siempre quise tomar, herencia de una madrastra mala que tuve, mala y hermosa...

    SIGUE SOLEDAD...

    6.7.06

    La Grua




    El olor del aceite industrial, como el usado en los trenes viejos guardados en el taller de Incofer, ahora que está de moda el regreso del tren, me recuerda algo que no preciso, tal vez me recuerda algo como los nidos de Oropéndola añejos que encontramos, cuando limpiamos la casa. Me encanta ese olor del aceite usado, el olor de la modernización en marcha detenida. Así olía La Grúa, hermoso caballo de metal para el progreso, erguida con elegancia, sola, brutalmente sola e inútil en un puerto sin barcos y sin marineros...

    SIGUE LA GRUA...