3.3.09

Trabajos subterráneos


No se puede comenzar si no es por los gritos, por las miradas dislocadas que ven el corral, el suelo manchado, la ignorancia porcina ante las palabras suelo corral, quejas exageradas de un mamífero, no se puede comenzar si no es por decir -que esto es la consecuencia del olor- que odio la madrugada, aunque antes la madrugada era sólo el frío, ahora es el frío la migración action art donde se siega la vida, saga laboral con 300 o 400 finales tristes colgados de una polea con ganchos y cerdos agonizando, de ahí el olor del amanecer, no es un rito el odio, pero parece una misa rara, sacar el cuchillo y sin faena, dios es una farsa, sacrificar a esta manada de carne y decir además el trabajo nos dignifica.