8.5.08

Gould, Variation 15, Canone Alla Quinta




Si no fuera escritor sería asesino en serie. Si usted no conoce una buena grabación de Glenn Gould no se sienta mal, ahora estamos vivos porque yo escribo y usted lee, y eso me hace pensar en el tiempo verbal que nace en el acto de lo escrito, usted y yo siempre vamos a estar vivos en este ahora, como Gould, una grabación soy al menos. El piano es un animal negro, parece bravo pero siempre tiene la cabeza baja, a lo sumo el lomo de la noche lo hace parecerse erizado. Cuando vibran las cuerdas graves, ¡oh dioses de las cavernas!, sólo el pirómano sobrevive, y lo que hemos sido, arrasado. Cuando vibran las cuerdas agudas, la máquina funciona como una cajita de música que desenvaina a un pequeño que ha de fugarse sin respuesta. Eso. Entonces el eco de mi voz, sorteando la arquitectura, opaca, sigue el recuerdo izquierdo porque la mano izquierda en contracanto, avisa que tu gesto no se ha perdido. La primera vez que nos vimos sólo yo tuve conciencia de nosotros, y en la anacronía, tengo el derecho y la libertad de decir nosotros, aunque la brisa de un día desmienta todo lo escrito.

16 comentarios:

Silvia Piranesi dijo...

Algo de lo bueno de lo escrito es lo que el lector hace con lo que lee, como lo que el espectador hace con lo que ve, lo que le despierta adentro, los recuerdos propios, las palabras, la memoria falsa y verdadera. El piano animal es un león grave para la petite, la recordás jugando con las teclas, los pajaritos o mariposas. El piano es una espalda, es un hecho. Y vengo aquí a saber que el piano además es anacronía, gato pirómano, gesto de mano coreográfica casi.
No me siento mal entonces por no conocer una buena grabación de Gould.
Dónde está la tuya leyendo a este Gould?

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

Tenía razón Enrique Góngora: el piano es un instrumento para sentimentales. Él lo decía como chota y yo lo recuerdo como elogio, porque a él lo que le gustaba era la purísima música del medioevo, que a punta de no ser ella y ser más bien la idea que los musicólogos le asignan, parecía sublime, redonda y ordenada. El piano desmiente el orden. Para empezar, es un instrumento de percusión con vocación melódica. Es expresivo y onmipresente, como todo lo que es romántico. Se impone a los oídos y al sentido. Un piano es un concierto por sí solo, y en la anacronía de no ser músico, tengo el derecho de decir solo, aunque la orquesta desmienta lo que escucho.

Qué jeta que te echaste una Summa de Gould, Esteban. Mae, cada vez más sorprendido. Abrazos.

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

Pinche Pira... Me ganaste el primer comentario por segundos... ja, ja. saludos a ambos.

Silvia Piranesi dijo...

pero quedó la misma hora en ambos, 2:18

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

Digamos que fue un empate y repartámonos el Premio: releamos al Tierroso.

Silvia Piranesi dijo...

Eso!! jajaja

Anónimo dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

luego pongo otras apreciaciones!!! jajajajajaja

Ana Beatriz dijo...

Me gusta eso de que el piano es un animal negro, un abrazo!

El Pobre dijo...

lindo texto esteban hasta gould sale sobrando

Anónimo dijo...

La primera vez que escuché a Gould, fue como todo: con un cd prestado.

Llegué a mi casa, era sábado, nadie en casa, y lo puse a todo volumen... creo que no pude escuchar más de una Goldberg variations, porque la belleza y sus terroríficos murmullos parecían del más allá.

Apagué el player... Me recuperé y preferí sufrir de día!

C.A. Fallas dijo...

¿Qué es la sincronía? existe realmente tal dimensión temporal de las cosas, el piano es mientras suena, luego deja de ser para siempre... podrá ser en otro momento, pero es otro piano. En la sincronía conviven tal cantidad de objetos diminutos, imperceptibles, manos y miradas. En la diacronía conviven los mismos, pero según la invención de los ilustrados en orden, que fatalidad! Habrá que descreer del tiempo y conformarnos con los momentos efímeros de diacronía, como vos y yo, y ese piano animal negro en el vértice.

C.A. Fallas dijo...

Otro: a ver cuando pasas a Gould.. yo conozco otro, pero sólo escribe libros....

Anónimo dijo...

a veces me pasa queridos lectores que más bien amigos, que lo que devuelven ustedes es mucho, y me da una tamblorina un espasmo un dolorcito en el pecho una emoción rara en el estómago, que para los comentarios me quedo corto.

muchas gracias por la lectura Sil, Tavo, Beatriz, Electra,Mar, Carlitos.

Anónimo dijo...

Maravilloso el texto.
Pero Electra no entendió... Si Gould saliera sobrando hubiera sido como pedirle a Esteban que hiciera tamales sin maíz y sin la chancha.
...y eso que nadie mencionó a Bach (el dueño de la chanchera, bah!)

CAAZ dijo...

Es el eco Esteban. Que a veces es más implacable y más osado que el acto primero.

Saludos!!

Anónimo dijo...

anónimo: gracias gracias, la cosa eso sí, es que creo que cada quien entiende al rai a su manera...tantos textos son un texto como gente que lo lee...algo así es la idea cierto?

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la repercución de un acto. un abrazo Carlos! no fueron al último chivito en el jazz...

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