14.3.07

Fragmentos Para Un Río

"La hora baja del día, animal como un cauce misterioso, como una seda lejana en el espacio y en el tiempo, el gran reloj de las olas según Morente, donde guitarras pasadas dicen “…bésame mucho, como si fuera esta noche la última…”, pero qué hacer cuando se tiene miedo a perderte después, y después es ya, cuando las guitarras no suenan más y nos hemos levantado una mañana húmeda teniendo miedo a perderte, una vez en que se te ha perdido para siempre, para todos los después que hay en los boleros..."

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  • 5 comentarios:

    Anónimo dijo...

    Tás romanticón, tú... ¿Qué pasó? ¿Octavia se convirtió al bolerismo? Lindo, viejo. Muy lindo.

    Silvia Piranesi dijo...

    Es como para leerlos miles de veces como bocados y bocanadas de dulces en tardes de domingo sin mucho más que hacer que leernos y abrazarnos cuando nos sobrevienen las mañanas tempraneras y apuradas. Prólogo de los apurados.

    eskaraboquio dijo...

    No sé si a vos te pasa. Hay palabras que no sirven para decir algo. Te cuento que he leído varias veces esto que escribiste y que llamás cuento. Me encanta, mucho, mucho, mucho,mucho. Trato de explicarte cómo... Pero sólo se me ocurre decir que ahora sé que la palabra río empieza con los primeros aguaceros y termina cuando soltaste el lápiz, con el último tecleo, después del punto.

    Anónimo dijo...

    Lo que kasio quiere decir es lo mismo que te vengo diciendo desde hace mil años, que estos no son cuentos, por más lindos que sean y lo pongan a uno tan lluvioso y tan recordatorio y tan escribible.

    Hey como que ya le tengo tanto cariño al bosque que cuando alguien dice roble o almendro pienso que están hablando de mí. Qué iluso ¿verdad?

    Tartaruga dijo...

    Vale la pena seguir leyendo!