Acabo de demoler el mito, no son pasos de gigante, ni siquiera el azar juega, en realidad hacemos de nuestra imagen nuestra imagen, y nunca llegamos a ver a otro, ni aún cuando decimos el almendro y compartimos lo mirado, esa frontera igual que las de un mapa, que en el mundo del relieve y de las formas no se encuentra, la realidad es el triunfo del traslape, la consagración de lo confuso, el ultimátum que nos hace ver como primates si decimos singular particular plural, etc.
2 comentarios:
A propósito de algunas discusiones que he tenido recién sobre contextos y palabras, este poema tuyo tan fenomenológico toma una dimensión política muy provocativa en el contexto de ciertos mapas, traslapes y confusiones recientes. ¡Maravilloso!
yo tengo todavía medio mito del azar construido. la magia de lo falso. eso de creer la mentira. de los otros que se inventan la felicidad y otras cosas de género.
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