26.7.06
El Amor y El Simbolo
(Click en la Imagen, ja ja)
No la primera vez que vi un mercado de antigüedades en Buenos Aires, (¿te acordás?, ahí por el barrio San Telmo que Sabina había bautizado para nosotros), encontré a un señor difícilmente amable escondido detrás de un puestito de libros, estampillas, muñecas horribles, acetatos de Sandro, monedas sin valor de países muertos y que otros muertos dan por vivos. Ese señor me guiña un ojo y descubro que es un tic, que su ojo sano me registra. El marco se completa con un hermoso baulcito que guarda algo que apenas se adivina entreabierto, montado sobre aquella primera edición de Rayuela, exorbitantemente cara, como si tuviera valor el papel roído y no las palabras de Cortázar. Lo que se adivina dentro del baúl, son unas cartas de amor escritas en algún dialecto sumamente perdido, no se sabe su raíz ni su procedencia, sólo se tiene registro indefectible de que se trata de unas cartas de amor. Importa poco el significado, seguramente porque lo que importa del símbolo es el símbolo. Sólo tuve dinero para comprar una de esas cartas, y comienzo a creer que es posible alguna estafa. Pero eso tampoco tiene importancia, pues un peso argentino no me duele para la comprensión del símbolo y para la recompensa de tu abrazo.
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10 comentarios:
Qué hallazgo encontrar tu blog, qué buena nota...qué lindo...seré asidua visitante y comentarista.
Buena nota.
Luquis!!! me encantó.
Si.., no importa no saber el significado de esos símbolos... y no es secreto: saber sobre tu carta de amor es suficiente. La recompensa de tu abrazo.
Un viaje por los filtros del tiempo y la apuesta del amor que escapa a la comprensión de lo humano. Vos y la reinvención de la no palabra del amor.
qué lindo Esteban! Te seguiré visitando... Me hubiera gustado ser yo la del abrazo!
Me encontré esta frase por ahi... "Las cartas de amor se escriben empezando sin saber lo que se va a decir, y se terminan sin saber lo que se ha dicho." Rousseau
Una carta de amor
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Julio Cortázar
Somos el borrador de un texto
que nunca será pasado en limpio.
Con palabras tachadas,
repetidas,
mal escritas
y hasta con faltas de ortografía.
Con palabras que esperan,
como todas las palabras esperan,
pero aquí abandonadas,
doblemente abandonadas
entre márgenes prolijos y yertos.
Bastaría, sin embargo, que este tosco borrador
fuera leído una sola vez en voz alta,
para que ya no esperásemos más
ningún texto definitivo.
Roberto Juarroz
Q lindo Juarroz!!
Gracias gracias gracias, por todos los comentarios... gracias por el tiempo, y la lectura...
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