13.10.06

apuntes sobre el olvido y el desastre



Los dedos en el piano
y los sonidos comienzan a tener peso,
algo inmaterial y rojo,
el poder de una caricia sincera o violenta,
el sabor de los recuerdos niños,
el color de las tardes que ya no compartiremos.
Luego uno decide algún poema y el que escribe es lobo
y el que escribe es luna de Marzo,
y ya no son palabras los actos
sino perros que se mueren de hambre o de solos,
y si dijera Princesa, ya no sería yo Darío,
y tú imaginarías princesas tuertas y narizonas.
Luego justifica uno un instante del tiempo,
y regalamos con un disparo de cristal,
el sabor de lo duradero,
la nostalgia de lo inevitable,
el encuentro repetido de algo
que pudo haberse perdido para siempre.
Luego abrimos los ojos verdaderos,
y estamos ante nosotros disfrutando o enloqueciendo,
porque aunque la tarde haya olvidado ya que existimos,
¡existimos!
Pero luego aparece alguien, y todo lo que hice,
el rojo, el lobo, la luna y la princesa,
lo que dije de la tarde y sus caricias,
son de pronto otras vivencias y otros ojos;
y lo mismo ocurre cada que aparece alguien
y se estrena delante de nuestros actos premeditados.


12 comentarios:

Gustavo Adolfo Chaves dijo...

"...y lo mismo ocurre cada que aparece alguien
y se estrena delante de nuestros actos premeditados." Ya ves: me sale mejor a mí, en versión Pierre Menard, con los otros ojos que me dan tus poemas, Esteban. Y eso de los "perros que se mueren de hambre o de solos" lo leí la primera vez como "perros que se muerden de hambre o de solos" y me pareció igual de mágico, igual de cataclísmico. Un poema igual a mí, como los que más me gustan. Viejo: ¿dónde los comprás, para ir yo por unos? Y vos decís que lo mío es posta. ¡Pajoso!

Silvia Piranesi dijo...

Yo he de decir que la imagen que pusiste me recuerda un pentagrama dentro de eso de poner los dedos en el piano.. basta poner los dedos en el piano y recomenzar.
Y también he de repertirte la esquina donde los "perros se mueren de hambre o de solos"...porque me parece una de las cosas mas tristes que he leído. Y como siempre te digo de Platero, burrito triste y cabizbajo al que se le ven las costillas... creo que esos perros mueren así también, sólo que con menos fortuna.

Te entiendo en eso del sonido que tiene peso... porque basta poner los pies en el suelo, y el movimiento comienza a tenerlo...y esa atracción por la tierra y ese peso es lo que, contrariamente, lo suspende a uno cuando se desprende de la tierra.

Tus finales son puntos finales. Y en mi cabeza, también punto y aparte... punto y seguido... puntos suspensivos...puntos suspendidos.

Judith Limo dijo...

Pues Tierra Blanca dos imagenes que me conjelaron:

¨Luego uno decide algún poema y el que escribe es lobo¨

¨y tú imaginarías princesas tuertas y narizonas¨

Voy a ver si me tiro un ron para calentarme

Julia Ardón dijo...

Hermoso.

Esteban Ch dijo...

Me encantó lo del pentagrama Sil, pero de pronto me imaginé como una soledad muy fea en todo ese azul, y creo que en ese momento entendí lo del Ron de María. Una soledad muy hermosa existe??

Yo te pregunto lo mismitico Tavo!!! Dónde lo comprás vos compadre?? Se vale el Trueque??

Anónimo dijo...

Curiosa palabra "soledad". Antigua y ambigua, se introduce en los secretos, en los desvelos, en los miedos desgarradores y contemplativos de la subjetividad. Ilumina la poesía, habita los temores, es propia, es ajena, a veces enigmática aún para quien la padece. Se dice ser "fea" pero sólo desde ella velamos lo propio, lo íntimo, las huellas de nuestra singularidad...

Cromatica dijo...

Tierrablanca, que me has dejado pegada aquí en tus letras...que si sabré de nostalgias! ellas no me dejan y las disfruto.

De poetas y locos estamos todos, y que bien que sea asi como a veces nos disfrutamos...

He saboreado tu espacio y me voy enamorada de tus letras sobre rojo carmín!

Un saludo y por aqui andaré...

Esteban Ch dijo...

gracias gracias Cromática...

Anónimo dijo...

Linda Tebitan. Muy poderosas y las imágenes. A mí también me encantaron las princesas narizonas. Creo que a partir del segundo luego, con los ojos verdaderos, se quiere poner un toque cartesiano.

Ojo con la "vez" que se perdió en el penúltimo verso.

Un abrazo, espero que les haya ido superbien en el concierto del domingo.

Anónimo dijo...

Hace ratillo estuve por aquí pero no logro destornillar de mi melancólico corazón estas líneas…

"la nostalgia de lo inevitable,
el encuentro repetido de algo
que pudo haberse perdido para siempre".

No sé, tal vez Esteban, entre los encuentros y los desencuentros, entre lo perdido para siempre y lo que nunca se tuvo, en ese diminuto hueco de las agujas del tiempo, es donde se esconden los corazones melancólicos vestidos de princesas con olor a carne de lobo.

Anónimo dijo...

Y como la nostalgia es mi segundo nombre, aqui va...

Luego de esos desencuentros y cuando nos perdemos para siempre, siempre estan esos ojos que guinhan y nos dicen "Ja, te lo dije, nada es duradero".

Gracias por estas palabras... Espero que "esos" encuentros no se repitan, ojala que se queden en la memoria como lo que son: recuerdos.

Un abrazo y gracias por visitar mi journal!

-Mar

Anónimo dijo...

En esta cabeza que resulta ser bastante olvidadiza, tengo el recuerdo preciso del día en que te conocí. Podría llamarlo, mejor, un desencuentro con ganillas de ser un encuentro.

Lo que sí es un encuentro con lo duradero es el lugar que tenés vos y tu escritura en mi vida...